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Polenta con Queso casera: Cómo hacerla en 5 pasos

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Rosalat

15 noviembre, 2022

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Polenta con Queso casera: Cómo hacerla en 5 pasos

¿Quién no desea comer una polenta con queso un día de frío? Seguramente es la opción preferida de todas las abuelas y madres que saben de cocina y quieren brindar un buen plato caliente a su familia, sin importar la temperatura que haga afuera.

Una receta de polenta cremosa con queso siempre es una opción sencilla, fácil y riquísima. La polenta con queso puede ser una comida principal o guarnición perfecta para sabrosas verduras asadas o salsas de carne cocinadas a fuego lento.

Con esta receta lograrás una polenta casera perfecta con queso de rallar, con una textura cremosa que tiene la cantidad justa de manteca y queso.

Compartimos una receta clásica y práctica de polenta cremosa, que está llena de manteca y queso (como esta tarta de puerro). Seguí leyendo y no te pierdas saber más sobre cómo hacer esta polenta, con instrucciones paso a paso. ¡Te va a encantar esta polenta casera!

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¿Qué es la polenta?

La polenta es un plato italiano, básicamente una papilla, hecha con un tipo de maíz molido (harina de maíz) de consistencia media o gruesa.

Es posible que la palabra «polenta» se utilice indistintamente para describir tanto el plato como la harina de maíz que se utiliza para elaborarlo, lo que puede resultar confuso, pero por favor recordá que son básicamente lo mismo.

En diferentes regiones de Italia, la polenta se elaboraba tradicionalmente con una variedad de granos de cereales molidos, como el centeno, el trigo sarraceno, el mijo y la sémola (una variedad del trigo).

Tras la introducción del maíz amarillo en Europa en el siglo XVI, prosperó y creció especialmente en el norte de Italia. La polenta de maíz acabó convirtiéndose en un alimento campesino básico en toda la península italiana, junto con la pasta y el arroz.

Cómo hacer la receta de Polenta con Queso

La próxima vez que busques un plato para adornar con una sabrosa salsa de carne braseada al vino tinto o un ragú de hongos que NO sea puré de papas, podés probar hacer polenta.

Una vez que domines este sencillo método, prepararás polenta con queso cada vez que te antojes.

Es un proceso sencillo que sólo requiere unos pocos ingredientes, como una buena olla pesada, un batidor y/o una cuchara de madera.

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Ingredientes

  • Agua: El líquido más básico para hacer polenta es el agua potable. La polenta también puede hacerse con una mezcla de agua con leche y/o caldo de verduras o de pollo.
  • Harina de maíz: La harina de maíz molida a la piedra o la harina de maíz gruesa es lo que necesitarás para obtener la polenta más auténtica y rústica.
  • Sal: Aunque los quesos secos añaden un sabroso sabor (y sal), la polenta por sí sola es un poco insípida. Recomendamos la sal marina fina o la sal kosher.
  • Manteca: Te va a encantar la buena manteca con alto contenido de grasa como toque final, pero cualquier manteca sin sal funcionará en esta receta.
  • Queso Parmesano: Si podés, pordés utilizar un trozo de queso parmesano y rallarlo vos mismo para obtener un mejor sabor. O comprar el queso en un almacen y pedirle que te lo rallen para asegurarte que está súper fresco.

 

Tipos de harina de maíz para la polenta

La polenta suele molerse a partir de una variedad especial de maíz de campo: el maíz dentado o el maíz flint. No es el mismo tipo que el maíz dulce que comemos del choclo.

Para hacer polenta, podés utilizar estos tipos de harina de maíz indistintamente, dependiendo de tu preferencia y disponibilidad.

La harina de maíz para la polenta puede ser desde una textura gruesa hasta una harina de maíz más refinada, de grano medio. No recomendamos utilizar harina de maíz de grano fino para hacer polenta porque resulta pegajosa y pastosa.

Molida a la piedra:

Nuestra favorita, la harina de maíz molida a la piedra puede ser amarilla o blanca, y se produce moliendo literalmente el maíz entre dos piedras de molino. La harina de maíz molida a la piedra hace una polenta rústica con un poco de textura, ya que todavía tiene los trozos del grano entero, incluyendo la cáscara y el germen. Tiene un profundo sabor a maíz.

Gruesa:

La harina de maíz gruesa es un poco arenosa, similar a la molida a la piedra, ya que tiene trozos de grano visibles. La harina de maíz molida gruesa tiene un notable sabor a maíz y una textura rugosa.

Media:

Este tipo de harina de maíz se muele con una consistencia más fina que la gruesa o la molida a la piedra, con el grano tamizado. Si preferís una polenta muy suave y con una textura muy cremosa, ésta es la que debés utilizar.

 

¿Qué pasa con la polenta instantánea?

La polenta instantánea es un producto que se muele muy finamente o que ha sido precocido y secado antes de ser envasado. Es más bien un alimento de conveniencia y rapidez, y no servirá para esta receta de polenta casera.

 

¿La polenta no tiene gluten?

La harina de maíz es naturalmente libre de gluten porque no contiene trigo ni gluten.

Sin embargo, debido a que la contaminación cruzada puede ocurrir durante el procesamiento, las personas que son muy sensibles al gluten y los que tienen la enfermedad celíaca deben buscar la harina de maíz que está etiquetada y certificada como libre de gluten.

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Paso a paso como hacer una Polenta Casera:

  1. Llevar a ebullición el agua y la leche en una cacerola resistente o en una olla pequeña. Añadir la sal.
  2. Echar poco a poco la polenta en la cacerola mientras se bate al mismo tiempo. Poner el fuego a un nivel muy bajo, tapar y seguir cocinando la polenta durante 25-35 minutos, hasta que esté espesa y esponjosa y empiece a despegarse de las paredes de la cacerola
  3. Revolver con frecuencia para que no se pegue al fondo de la olla.
  4. Cuando esté lista, retirar del fuego y agregar la manteca y el queso y, si es necesario, más sal al gusto.
  5. Servir caliente, espolvoreado con romero y queso adicional, si se desea.

 

Consejos profesionales para conseguir la mejor polenta cremosa:

  • Comprá harina de maíz gruesa para hacer polenta, no harina de maíz (la harina de maíz se muele finamente y se va a convertir en algo pastoso).
  • Para hacer esta polenta cremosa con queso sin necesidad de removerla constantemente o sin que quede pegajosa, elegí una olla holandesa de alta resistencia o una cacerola de fondo grueso. Lo ideal es una cacerola con una capacidad de 3 ó 4 litros. Una cacerola robusta va a retener mejor el calor, permitiendo que la polenta espesa se cocine a baja temperatura sin que se pegue o se queme.
  • Para evitar que la polenta forme grumos: Llevá el líquido a ebullición y, a continuación, agregá poco a poco la harina de maíz de a poco, podés hacerlo vertiéndolo en un bol pequeño o en un vaso medidor con boquilla o con las manos, dejando que el grano pase entre los dedos. Vertir la polenta con una mano mientras batís con la otra.
  • Una vez que toda la harina de maíz esté en la sartén, casi inmediatamente comenzará a espesar y a hervir. En ese momento, bajá el fuego al mínimo. Remover la polenta una o dos veces, luego tapar la sartén y dejar que se cocine casi sin tocarla durante 25-35 minutos. Comprobar y remover la polenta dos o tres veces durante ese tiempo.
  • Utilizar cantidades generosas de manteca y queso parmesano cuando prepares la polenta. Es un lienzo neutro perfecto para probar y agregar sabor.

 

Si te gustó esta receta no dudes en comentar y sugerir otras.

 

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